MADRID —
                Herve Falciani, el hombre que provocó una escándalo mundial con la filtración de miles de datos del banco HSBC en Suiza, reconoció el lunes que la cantidad de información confidencial que entregó a las autoridades podía llenar de papel un tren de mercancías y calificó de “escandalosa” la labor de la entidad para ocultar presuntos casos de lavado de dinero y fraude fiscal.
Falciani, ex informático del HSBC, fue detenido el 1 de julio de 2012 en Barcelona a petición de Suiza y, nueve meses después, compareció ante un tribunal de la Audiencia Nacional, que dirimirá si se le extradita o no al país helvético. Suiza le acusa de delitos revelación de secretos y vulneración del secreto bancario, que podrían sumar penas de hasta siete años de prisión.
En la vista, la fiscalía decidió oponerse a la extradición, al considerar que el secreto bancario y los delitos que le imputan en Suiza no existen en el derecho español y que además colaboró con gobiernos de todo el mundo en aclarar escándalos financieros. El tribunal, formado por tres magistrados, emitirá un veredicto en las próximas semanas, pero la postura del fiscal allana el camino para que el ex empleado del HSBC quede libre en el país ibérico.
Falciani, con doble nacionalidad italo-francesa, llegó en un todoterreno con los cristales tintados y se presentó en la sala con peluca oscura, grandes gafas y barba, que ofrecían una imagen muy diferente a la de las fotografías que se facilitaron de él tras estallar el caso en 2010.
Durante el interrogatorio de la fiscal Dolores Delgado, relató su versión de los hechos, que parecía digna de una película de espionaje por un buen número de elementos de intriga. En primer lugar, explicó que como informático no tenía acceso a información de los clientes, pero que unos trabajadores de la entidad no identificados le hicieron llegar un completo informe con pruebas y documentos sobre presuntas actividades irregulares del banco en 2008.
La cantidad de material informático y encriptado, que calificó de “escandaloso” por la gravedad de su contenido, podía llenar un tren de mercancías en un formato de papel. En ese momento, puso los hechos en conocimiento de las autoridades helvéticas sin éxito, porque según declaró no le permitían formular una denuncia anónima.
“Quería que fuera anónima porque temía por mi vida”, dijo Falciani durante su testimonio, en el que habló en francés.
A continuación, Falciani viajó a Beirut, Líbano, y reveló lo ocurrido a miembros del banco Audi. A preguntas de Delgado, negó que intentara vender la información, aseguró que utilizó su pasaporte para dejar rastros de la visita y que lo único que quería era detonar una alerta en Suiza sobre una posible violación del secreto bancario.
Tras regresar de Beirut, fue detenido e interrogado en Ginebra el 22 de diciembre del 2008. Un día después de ser liberado, huyó con el material a Francia. Falciani señaló que previamente se había puesto en contacto con las autoridades galas, quienes mostraron interés en la colaboración.
Article source: http://www.elnuevoherald.com/2013/04/15/1454467/espana-juzga-extradicion-a-suiza.html

