La campaña solidaria en Metrovalencia a beneficio de Padres 2.0 …

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nov 302014
 

La campaña se llevó a cabo del 8 de septiembre al 31 de octubre en las estaciones de Benimaclet, Mislata y Àngel Guimerà | La actividad estaba organizada por RastroSolidario y gestionada por la asociación La Casa Grande | La participación de la empresa pública en este proyecto se enmarca dentro de sus actuaciones de RSC incluidas en “Línea 0″

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La campaña solidaria de recogida de ropa usada en distintas estaciones de la red de Metrovalencia en beneficio de Padres 2.0 ha concluido con un rotundo éxito, al conseguir que los usuarios donaran 727 kilogramos de todo tipo de prendas utilizadas.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha colaborado cediendo sus instalaciones del 8 de septiembre al 31 de octubre en dicha campaña organizada por RastroSolidario ONGD, a beneficio de la citada ONG Padres 2.0 y gestionada por la asociación sin ánimo de lucro La Casa Grande.

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Tres estaciones de Metrovalencia, las de Benimaclet, Mislata y Àngel Guimerà, se han sucedido como punto de recogida para conseguir el mayor número de prendas usadas posibles. En concreto, la de Benimaclet ha aportado 247 kg; la de Mislata 340 kg y Àngel Quimerà 170 kg durante las ocho semanas que ha durado la campaña, lo que equivale a 94, 6 kg de media semanal.

La “Línea 0″ de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) es la iniciativa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de FGV que parte del compromiso de la empresa con la sociedad en la que se inserta y se dirige al conjunto de la ciudadanía, propiciando un foro solidario capaz de desarrollar actividades de sensibilización entre los usuarios, colaborando con organizaciones y entidades sin ánimo de lucro que forman parte del entramado social y poniendo de manifiesto la voluntad de FGV de implicarse en la búsqueda de soluciones a los problemas que afectan a la sociedad actual.

Las organizaciones implicadas

Padres 2.0 es la única organización en España que ofrece un tratamiento integral para la prevención de los riesgos derivados de las nuevas tecnologías (TIC): prevención, sensibilización, formación, mediación y asistencia psicológica y jurídica.

RastroSolidario es una plataforma de captación de fondos que ayuda a más de 50 ONG mediante emprendimientos con la calificación “Triple B”: Beneficio económico, Beneficio social y Beneficio medioambiental.

La Casa Grande es una asociación sin ánimo de lucro, declarada de Utilidad Pública, con más de 25 años de experiencia en la recogida y reciclaje de ropa a través de su programa de Formación Ocupacional e inserción social de personas en exclusión. Además desarrolla diversos programas y actuaciones en los que atiende a personas con especiales dificultades para acceder al empleo y a las estructuras de protección social y que precisan de formación y orientación.

VLC Noticias | Redacción

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Infoesfera: donde la filosofía se encuentra con la tecnología

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nov 302014
 

Luciano Floridi Foto: BBC Mundo / Copyright Foto: BBC Mundo / Copyright

Eso es lo que señala el filósofo italiano conocido por su trabajo pionero en la filosofía y ética de la información Luciano Floridi, quien intenta examinar la perspectiva de esta nueva realidad a largo plazo.

Y a esa realidad hay quienes la llaman infoesfera (información + esfera), un neologismo que utilizó el crítico de libros de la revista Time en 1971, al explicar que “así como un pez no puede conceptualizar el agua o las aves, el aire, el hombre apenas entiende su infoesfera, esa envolvente capa de esmog electrónico y tipográfico compuesto de clichés del periodismo, entretenimiento, publicidad y gobierno”.

Más tarde, el escritor y futurista estadounidense Alvin Toffler la usó en su libro “La Tercera Ola” en el que escribió: “Lo que es inevitablemente claro, no importa qué elijamos creer, es que estamos alterando nuestra infoesfera fundamentalmente (…) estamos añadiendo un nuevo estrato de comunicación al sistema social”.

“La emergente infoesfera de la Tercera Ola hace que la de la era de la Segunda Ola -dominada por sus medios de comunicación masivos, la oficina de correos, y el teléfono- parezca totalmente primitiva en contraste”.

Colapso del costo del poder

Floridi se toma en serio las charlas de café sobre cómo ha cambiado el mundo.

Floridi trabaja en el Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, acaba de escribir un libro llamado “La 4ª revolución: cómo la infosfera está remodelando la realidad humana”.

Lo que lo hace notable es la manera en la que amplía el horizonte de la alta tecnología.

Aplica grandes y quizás intemporales pensamientos a algo que a menudo se discute meramente como un cambio desconcertante.

Al principio del libro toma un diagrama del Proyecto Hamilton del Brookings Institution, el centro de investigación estadounidense, que demuestra cuán dramáticamente ha caído el costo del poder de computación en los últimos 70 años.

El gráfico utiliza la medida estándar de desempeño de los computadores: Mips, millones de instrucciones por segundo.

El iPad2 de 2010 (que ya es viejo) trabajaba a 1.600 Mips.

El mismo poder de computación en los años 50 habría costado US$100 billones, si hubiera sido posible conectar la cantidad suficiente de maquinas para procesar tal cantidad de instrucciones. ¿El costo del iPad2 en 2010? US$600.

Esa disminución de precio extraordinaria es la otra cara del famoso mapa de ruta para la industria de los semiconductores producido hace 40 por Gordon Moore de Intel, la compañía pionera y dominante en la evolución de los chips de silicio de las computadoras personales.

Gordon Moore señaló en ese entonces que gracias a los refinamientos en la fabricación, el poder de computación de cada chip se doblaría cada dos años. Eso sigue ocurriendo. Ese fenómeno provee la fuerza motivadora de una revolución social e industrial continua.

Lecciones de la historia

La cuestión fundamental que se plantea el libro de Floridi es: ¿qué estamos haciendo con todo este poder de computadores personales y corporativos? Y ¿qué nos está haciendo?

Es un gran tema. En el mundo del profesor, la historia misma es sinónimo de la Era de la Información.

Eso empezó hace mucho tiempo, con la invención de la escritura en Mesopotamia, alrededor de 5.200 aC. Desde ese momento hubo sistemas que podían registrar eventos para uso futuro.

Eso significó que era posible que las lecciones aprendidas por una generación pasaran más fácilmente a la siguiente. Ese fue el principio de la Era de la Información. Lo que pasó en Mesopotamia y la ciudad de Ur nos llevó de la prehistoria a la historia.

Pero –dice Floridi- estamos entrando ahora en la tercera edad del desarrollo humano. Estamos pasando de ser seres relacionados con la información a seres dependientes de la tecnología de la información y comunicación.

Hemos entrado en la infoesfera.

Grandes interrogantes

Naturalmente, al entrar a una nueva etapa surgen grandes interrogantes pero, ¿realmente deberíamos recurrir a un filósofo para resolverlos?

Para Floridi, sí.

Necesitamos que la filosofía tenga una mejor comprensión de la naturaleza de la información misma.

Necesitamos que la anticipe y que conduzca el impacto ético de las tecnologías de la información y comunicaciones en nosotros y nuestro ambiente.

Necesitamos que mejore la dinámica económica, social y política de la información.

Y necesitamos que la filosofía desarrolle el marco intelectual correcto para ayudarnos a darle significado y entender nuestra nueva situación.

“Necesitamos una filosofía de la información como la filosofía de nuestra época para nuestra época”, opina.

Esto puede sonar presuntuoso, pero es una forma muy elegante de llamar la atención a cuán diferente va a ser el siglo XXI. Y cuán impredecible.

Las sociedades avanzadas se están volviendo más y más dependientes de las tecnologías de información y comunicaciones. El poder de las computadoras seguirá bajando de precio, y la cantidad de datos va a alcanzar cantidades impensables.

En medio de todo ese cambio, hay uno o dos límites familiares, dice Floridi: el tiempo (la velocidad de las comunicaciones) y el espacio (la necesidad de más y más capacidad de almacenamiento para toda esa información). Ambos están rezagados.

El profesor pone esta nueva situación histórica bajo el escrutinio de la filosofía.

Es demasiado temprano para sacar conclusiones sobre la dirección en la que nos está llevando la nueva conectividad en el ciberespacio.

Pero este libro plantea preguntas que deberíamos estarnos haciendo, para bien o para mal.


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"Es esencial una sociedad civil fuerte para cambiar gobiernos y …

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nov 302014
 

A. R.
Ciudad Real

Natural de Valdepeñas, de 34 años y profesor de FP en Talavera de la Reina, Alfonso Sánchez se incorporó en el Grupo de Ciudad Real a Amnistía Internacional, cuya Sección Española preside desde finales de abril. La relación entre la crisis económica y la desprotección de derechos humanos fue objeto de la intervención que ofreció el pasado viernes en la Biblioteca Pública del Estado.
PREGUNTA.- ¿Qué es lo que hizo incorporarte a Amnistía?
RESPUESTA.- Su independencia respecto a poderes políticos y económicos y que se ocupara de los casos más desatendidos por los medios de comunicación o los gobiernos como los de los presos de conciencia olvidados en remotos lugares del mundo.
P.- ¿Cuál son los mayores valores de esta ONG?
R.- Además de la independencia e imparcialidad respecto a partidos, ideologías o credos, su principio de solidaridad internacional trabajando conjuntamente allí donde se cometen las mayores violaciones de derechos humanos y el trabajo por personas concretas, con nombres y apellidos, cuyas vidas se intentan mejorar.
P.- ¿Qué hace un manchego defendiendo el mundo?
R.- Un manchego al igual que cualquier otro ciudadano consciente de las violaciones a los derechos humanos que se producen en el mundo tiene la obligación moral de combatirlas.
P.- ¿Por qué recomiendas ser de AI?
R.- Porque es una organización que consigue resultados, que ha logrado de forma demostrada contribuir a la liberación de muchas personas en el mundo, cambiar leyes injustas e influir desde la independencia en decisiones políticas de gobiernos.
P.- ¿Se puede cambiar un lugar llamado mundo?
R.- El mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo. Si no empujamos y no nos movilizamos, desde luego que no va a cambiar. Es muy importante una sociedad civil fuerte en todas las partes del mundo para que las leyes y los gobiernos cambien si no se respetan los derechos humanos.
P.- ¿Por qué la crisis económica está afectando tanto a la protección de derechos como indicaste el pasado viernes en la Biblioteca?
R.- Porque no se están considerando los derechos económicos, sociales y culturales con el mismo nivel de exigencia que el resto de derechos. En épocas de crisis económicas, lamentablemente gobiernos como los europeos y particularmente el español han llegado a amenazar y violar los derechos humanos en favor de unas medidas de austeridad para recortar el déficit.
P.- ¿La situación actual nos ha hecho más solidarios, más escépticos…?
R.- Creo que en general en España la reacción de la población está siendo positiva. El escepticismo nos hubiera llevado a no actuar, a quedarnos en casa con los brazos cruzados y no ha ocurrido eso. Al contrario, en los últimos años ha habido numerosas movilizaciones, muchas de ellas centradas en la defensa de derechos humanos como el derecho a la salud, la educación, la vivienda y los derechos de los inmigrantes. Creo que la sociedad española está reaccionando con una tendencia bastante positiva a la hora de exigir sus derechos.
P.-  ¿En qué vamos mejor y en qué crees que vamos peor?
R.- Una cuestión positiva que ha llevado a cabo el Gobierno de España ha sido la firma del Tratado Internacional de Armas, prohibiendo su venta a aquellos países donde se pueda usar para cometer violaciones de derechos humanos. Pero hay bastantes tendencias negativas en los últimos años como la desaparición de la justicia universal, la violación de los derechos económicos, sociales y culturales en relación a la crisis como la negación del acceso a la sanidad a los inmigrantes en situación irregular o los desahucios sin ofrecer soluciones alternativas de vivienda, y la violación de derechos humanos en las fronteras como las expulsiones en caliente. A todo ello, se suma la Ley del Aborto, que afortunadamente no se aprobó y que era una normativa regresiva y que ponía en serio riesgo la vida de miles de mujeres y niñas.
En cuanto a los derechos civiles y políticos, la libertad de expresión y manifestación se ve amenazada en España por la reforma del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana. Respecto a esta última, prevé medidas como la prohibición de grabar a la policía en las manifestaciones con multas de hasta 30.000 euros, lo que dificultaría demostrar el uso excesivo de la fuerza, y también contempla una reducción de garantías de la ciudadanía frente a la administración al trasladar faltas del Código Penal al ámbito administrativo lo que conllevaría más dificultades para poder defenderse ante las acusaciones de faltas, mientras que el proyecto de reforma de Código Penal incorpora, por ejemplo, cuestiones como considerar la resistencia pasiva ante la autoridad al mismo nivel que una agresión.
P.- ¿Y en el mundo?
R.- Al contrario que en España, es positivo el avance en la jurisdicción universal, hay más de 160 países que la han incorporado ya a sus legislaciones. También se ha avanzado, aunque ahora tenemos que pelear para que se cumpla, con el Tratado Internacional de Armas que puede ayudar a que muchas no acaben en conflictos o en manos de gobernantes que las usan para reprimir a la población.
En cambio, hemos visto que han aumentado en los últimos años los conflictos en Oriente Medio y hay la mayor crisis de refugiados después de la de la II Guerra Mundial en Siria y los países del entorno, con una Comunidad Internacional que se limita a mirar hacia otro lado.
P.- ¿Los principales retos de AI?
R.- Estamos centrados en dos temas prioritarios que son, por un lado, combatir la tortura, que está prohibida desde hace 30 años en la legislación internacional, pero consideramos que se sigue ejerciendo en muchos países de forma sistemática y en otros no se acaba de terminar con ella. Y, por otro, estamos muy preocupados por el retroceso en derechos sexuales y reproductivos en muchos países del mundo, la criminalización del aborto, la prohibición de relaciones entre personas del mismo sexo y la limitación del poder de decisión de las mujeres sobre su propio cuerpo. Además, un reto nuevo es el de la libertad de expresión en el entorno digital. Llevamos un tiempo escuchando el potencial uso de programas de vigilancia masiva a través de las tecnologías de la información y comunicación y eso es una amenaza muy grave para los derechos humanos en el futuro.
P.- ¿Qué cambiarías de un plumazo?
R.- Eliminaría el Real Decreto 16/2012 que limitó la asistencia sanitaria a los inmigrantes irregulares en España y en el mundo prohibiría la pena de muerte
P.- ¿Qué moverías con una grúa?
R.- Quitaría todos los obstáculos para que se pudieran exigir y cumplir los derechos económicos, sociales y culturales.
P.- ¿Esta crisis es interminable?
R.- No sé cuanto va a durar. Desde luego, a lo largo de la historia se suceden las crisis y lo que es importante es que los Gobiernos cuando llegan crisis prioricen la protección de los derechos humanos y no los releguen a una segunda categoría. Tienen que ser una prioridad en todo momento y más aún en épocas de crisis.
P.- ¿De las causas en las que has colaborado, cuál te ha marcado más?
R.- Conocer de primera mano la vida y sufrimiento de algunos defensores de derechos humanos que han sido víctimas de persecución y amenazas en sus países.

Article source: http://www.lanzadigital.com/news/show/actualidad/es-esencial-una-sociedad-civil-fuerte-para-cambiar-gobiernos-y-leyes-si-no-se-atienden-los-ddhh/72708

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“La solidaridad es un asunto de pobres; los ricos pactan entre sí”

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nov 302014
 

bilbao- “Si me deja diez minutos para mis oraciones de la tarde, le llevo a Bilbao”. Oyéndole hablar así desde un despacho situado en el Instituto Labayru que él mismo creó, uno diría que Ander Manterola es un sacerdote a la vieja usanza: rezos y gestos de misericordia. Pero hay otro hombre tras esa amable semblanza, uno que ha defendido a capa y espada el euskera, cuyo futuro pasa por la “socialización”; un hombre al que le repugna la violencia, que pasó miedo en la comisaría de Indautxu, y que ha afrontado el gran desafío de una descomunal obra, el atlas etnográfico de la Vasconia; un hombre que contribuyó a escolarizar a las primeras andereños, que vivió en Lovaina, que denuncia la pederastia allá donde se produzca y que apuesta por una vida biológica en pleno siglo XXI, la era de la tecnología.

¿Cómo así?

- Con un Concorde usted puede llegar de París a Nueva York en tres horas y media, pero el desayuno tarda el mismo tiempo en digerirse que si está sentado en un sofá. Es lo que se llaman las dos velocidades.

¡Es el ritmo de los tiempos!

-Todo invita al vértigo. Es todo tan veloz, tan vertiginoso que el presente es líquido, se evapora según llega. Con la vida tecnológica corremos el riesgo de pasarnos de velocidad, de quedarnos en esa dinámica cuando hay cosas más estables, problemas que resolver desde una perspectiva humana y no tecnológica.

Hay quien piensa que las ONG son la religión de nuestro tiempo…

-Yo lo he pensado alguna vez. Es un servicio humano y fraternal, pero responden a un humanismo y eso no es el cristianismo. El cristianismo es el seguimiento a Jesús.

¿A quién seguimos hoy? ¿A la tecnología?

-Igual a nadie. Igual es lo que falta.

¿A quién seguir?

-Entre nosotros, en Occidente, tampoco hay grandes líderes. Veo una especie de vacío en Europa. Al ritmo que va este mundo somos más movidos que motores pero no veo a nadie con capacidad de arrastre.

Recuerdo un día, en Bilbao, cuando los enfermos acudían a tocar a Vicente Ferrer para sanarse…

-Hay necesidad de tocar. En la religión no todo es espiritual. Jesús tocaba para sanar, Tomás tuvo que tocar para creer. Llegamos al santuario de Urkiola y tocamos, tocamos el manto de la Virgen y abrazamos al santo tras peregrinar… Tocar no es malo.

Sentencia arriesgada, ahora que se habla tanto de la pederastia en la Iglesia…

-Me escandaliza y me apena. Es terrible ocultarlo. Apoyo la denuncie a la autoridad como se denunciaría, que sé yo, a un fontanero.

¿Sin peros?

-Hay quien habla de lapsus humanos, pero si está todo tan organizado… Es un crimen. Jesús dijo que más te valdría tirarte al mar con una piedra al cuello que profanar a un niño. Pero no hay que regodearse en un pecador. Nadie está libre.

Suena a pensamiento Bergoglio

-El Papa es fabuloso. Viene de un suburbio de Buenos Aires y eso no se borra. A estado en contacto con la realidad de los pobres.

Que enseña que…

-Por ejemplo, que la solidaridad es de los pobres. Entre los ricos no hay solidaridad, hay pactos. Llegó al Vaticano y al ver sus habitaciones dijo: en 300 metros viven 70 personas.

El euskera es uno de los ejes de su vida… ¿Contra qué ha luchado?

-Contra una transición cultural. Dominaba en ciertos modos de vida: el agrícola, lo artesanal y, de algún modo, en algunos aspectos de la vida industrial. Vive una agonía, en el sentido griego de la palabra. Pura lucha. En el exterior, ha vivido la falta de reconocimiento, un cierto desprecio al considerarlo un dialecto menor.

¿Qué futuro le vaticina?

-Al oficiarlo y vehiculizarlo, al menos tiene una puerta abierta .

¡Aleluya!

-Hay que dar más pasos. En Bilbao, por ejemplo, lo conocen muchos jóvenes pero está poco socializado, no se usa. De todas formas, el peor euskera es el que no se habla.

Personalicemos. ¿Usted aprendió castellano con…?

-Con 8 ó 9 años merced a los tebeos de Flash Gordon, Roberto Alcázar o Doc Savage entre otros… Leíamos mucho y a través de ahí nos entró el castellano. Mi lengua par relacionarme era el euskera, pese a que en la escuela hablaba en castellano. Teníamos dos maestros republicanos desterrados a 30 kilómetros de Bilbao que, pese a no hablar, nunca nos castigaron por usar el euskera.

¿Hay vida, hay esperanza?

-Cuando hablo en euskera a algún joven en euskera noto la satisfacción en su rostro. Ahora hay que interconectarlo pero eso era imposible hace treinta, veinte años.

Digo Labayru y digo…

-Un gran proyecto. Recuerdo que, tras el franquismo, las andereños sabían euskera pero no estaban escolarizadas en esa lengua. Les formamos en gramática, en literatura. Hicimos cursos de verano… Tomamos la base del euskera hablado y le dimos academia.

¿En qué invertía el Ander niño?

-Era feliz y muy ligado a la naturaleza. El niño tiene que jugar, es su hábitat. En el juego reconoce las reglas, cede, distingue a los líderes…

Pero las extraescolares…

-¡Por Dios, dejen que los niños jueguen! Se educa en el juego.

¿Usted lo hizo?

-Sí. Mi infancia estuvo marcada por la naturaleza. En verano, todo el día en el río que bañaba Arratia; en primavera, exploraciones para averiguar dónde estaban los nidos; en otoño, jugábamos con las castañas al güito; en invierno, a cubierto…

¿Y ellas, las chicas?

-Nunca con ellas. El vasco es muy pudoroso en sus manifestaciones. Sí siente, pero no lo manifiesta. Hay unos versos de Gabriel Celaya que lo dicen mejor que yo: “serios en nuestro trabajo-serios en nuestra alegría”.

Perdone la impertinencia: ¿usted ligaba?

-Ja, ja, ja. No estaba para eso, no. Cariños sí, muchos. Ligues, no.

¿Qué le molesta?

-Me repugna la violencia, la extorsión, el dominio al otro, incluso al animal. De joven regalaba caramelos para que soltasen un pájaro, para que no matasen una rana… No por eso soy mejor. Es mi sensibilidad.¡Santo varón! Alguna travesura habrá…

-Quizás aquel día en el campanario… Vestidos de monaguillos intentamos agarrarnos al badajo y dar la vuelta de campana entera.

¿Recuerda el momento más duro de su vida?

-Un interrogatorio de la policía en Indautxu por negarme a politizar un encuentro con jóvenes en Gatika portando una bandera española. No quise llevar ninguna.

¿Le golpearon?

-No. Pero salí con gran desazón.

La brújula de su vida ha señalado, durante años, hacia la juventud… ¿hoy no es como la de ayer?

-Los jóvenes piensan que el mundo empieza con ellos y los viejos que acaba con ellos. Ambos se equivocan. No es buena la perspectiva de un viejo, pero creo que hay mucha instrumentalización. Saben más lenguas, más tecnología pero uno se tenía que valer por sí mismo antes.

¿Recuerda el día en que conoció a Don Miguel Barandiaran?

-El 13 de mayo de 1958. Bajaba por el Arenal y delante mío bajaba un cura bajito con fajín. Me presenté y me invitó a comer en la posada La Estrella del Casco Viejo. Fue espontáneo. A partir de los 70, empezó a cuajar con el Proyecto Etniker y el Atlas Etnográfico de la Vasconia.

Testimonio de nuestro tiempo

-La industria ha cambiado la artesanía, la alimentación es distinta, los ritos han ido transformándose. ¿Peor? Distinto.

Todo cambia pero el Athletic no…

-No me gusta el fútbol pero mi humor del lunes depende del domingo. Es un símbolo del pueblo vasco, una manifestación de nuestros valores, sobre todo en el momento en que las cosas se tuercen y todos arriman el hombro. Somos eso.

Article source: http://www.deia.com/2014/11/30/bizkaia/bilbao/la-solidaridad-es-un-asunto-de-pobres-los-ricos-pactan-entre-si

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La policía científica española forma a la uruguaya en resolución de …

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nov 302014
 

Miembros de la policía científica española impartieron cursos de inspección ocular y resolución de crímenes a funcionarios policiales uruguayos, en los que constataron el “alto nivel” de capacitación de las fuerzas de seguridad del país suramericano.

“Tienen todos muy buen nivel y muchísima experiencia, ha sido más bien un intercambio de experiencias”, aseguró a Efe el jefe de la Sección de Inspecciones Oculares de la Policía Científica de España, Fernando Tartilán, al finalizar hoy la última clase de las dos semanas de cursos en los que participaron 30 agentes uruguayos.

Tartilán indicó que el sistema policial uruguayo es el “más análogo” al español de América Latina en formación, medios y mentalidad de sus agentes.

Los policías uruguayos tienen “buenos procedimientos” y una “estructura organizada”, añadió el jefe de la Brigada Provincial del grupo de Delitos Violentos(DEVI) de la Policía Científica de Madrid, Joaquín Carrasco.

Las técnicas españolas de protección del escenario de un delito, organización del trabajo y recogida de pruebas, así como los casos prácticos, fueron los aspectos que más interesaron a los agentes uruguayos, aseveró Carrasco.

Al respecto, los agentes españoles supervisaron dos experiencias prácticas, en las que se simuló una inspección ocular de un vehículo en la que se había trasladado un cadáver y otra de una riña en un bar en la que una persona resultó muerta.

“Es la manera de comparar los métodos de las dos unidades policiales y hacerlo más dinámico”, apuntó Carrasco, quien manifestó su interés por la figura uruguaya del supervisor del escenario del crimen, un policía científico “que verifica que todo salga correcto”.

Las lecciones teóricas se centraron en la presentación de sucesos reales en los que han participado los equipos de investigación que dirigen estos inspectores españoles, como el reciente caso Candy en España.

La operación Candy supuso la detención el pasado mes de septiembre de un español de 42 años, presunto autor de abuso consumado de cinco menores y tentativas con otras tres en Madrid, tras meses de investigación de la Policía Nacional española.

Los inspectores explicaron a los alumnos uruguayos cómo se llevó a cabo la inspección ocular de la casa del detenido, “baldosa por baldosa”, para encontrar pruebas de delitos sexuales.

Se trató de una “docencia completa, que abarcó todas las áreas desde la escena del crimen hasta la comparecencia judicial”, dijo Tartilán, quien adelantó que Uruguay planea implantar en dos años un sistema de acusación como el ya existente en España, por el que los policías irán a declarar a los juicios bien documentados.

Otro de los puntos importantes de esta formación fue trasladar la experiencia de la sección de homicidios de la Policía Judicial Española en antiguos delitos.

“Hemos esclarecido casos de hace casi 20 años cuando estaban a punto de prescribir los delitos”, explicó Tartilán, quién señaló las dificultades de trabajar con un escenario distinto al habitual, sin pruebas a la vista.

Estas actividades de formación se enmarcan en el Proyecto de Fortalecimiento del Ministerio del Interior de Uruguay con el que colabora la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

En este sentido, se han llevado a cabo diversos cursos de capacitación de funcionarios policiales uruguayos en diferentes áreas, tanto en Uruguay como en España, que en este último año han profundizado en las técnicas de investigación criminal y violencia en el deporte.

Marta Rodríguez Martínez

Article source: http://www.eldiario.es/politica/cientifica-espanola-uruguaya-resolucion-delitos_0_329667033.html

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El tiempo se agota

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nov 302014
 

El cielo de Pekín puede ser azul. Eso es lo que acaban de descubrir los habitantes de la capital china. Y todo gracias al decidido plan que emprendieron las autoridades locales a principios de noviembre para recibir en el mejor de los ambientes posibles a Putin, Obama, Bachelet y demás líderes de la cumbre Asia Pacífico (APEC, según rezan sus siglas en inglés). Se restringió el tráfico de coches privados, el 70 % de los vehículos públicos dejaron de circular, se frenaron las obras, se paró la producción de las fábricas más contaminantes que rodean la ciudad. ¿Resultado? Desaparición de esa niebla eterna que flota sobre las cabezas de los pekineses y aparición de un cielo límpido que ya ha recibido un nombre: APEC blue.

Se fueron los líderes, el foro de cooperación económico se cerró con un acuerdo entre Estados Unidos y China —calificado de histórico, por unos; de escaso, por otros, al no ser vinculante— para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y volvió la polución, sí. Pero los pekineses ya no son los mismos de antes: han descubierto que conseguir un cielo azul es solo cuestión de voluntad. Cuestión de adoptar medidas firmes. De no quedarse en gestos para la galería.

Algo similar le está pasando al planeta. Que necesita de medidas firmes, rápidas, ya se ha parcheado suficiente, el tiempo se agota. Lo ha dejado bien claro la ONU, que se expresó a principios de mes por boca del IPCC, Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático, formado por 830 científicos de la comunidad internacional. Hay que recortar emisiones de gases efecto invernadero entre un 40 % y un 70 % para el año 2050. Para finales de siglo, las emisiones deberán ser cero. Si no, los efectos serán graves —y aquí los científicos analizan toda una panoplia de escenarios posibles— para el medioambiente, la seguridad alimentaria y la pobreza.

“Todavía hay tiempo, aunque muy poco tiempo”. Así se expresó en la presentación del informe en Copenhague, el pasado 2 de noviembre, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC. “Estamos a tiempo si nos metemos en una senda de mitigación de emisiones”, añade José Manuel Moreno,  vicepresidente del Grupo II del IPCC, encargado de evaluar impactos, adaptación y vulnerabilidad. Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de los 13 científicos españoles que forman parte de este organismo auspiciado por la ONU.

Estamos a tiempo, dicen los expertos, y el cronómetro echará a correr mañana mismo, cuando arranque la cumbre climática de Lima, la llamada COP 20, vigésima Conferencia de las Partes organizada por la ONU. De allí podría salir un borrador de cara a la cumbre decisiva, la del año que viene en París, la cita en la que se han depositado todas las esperanzas, de la que deberían salir ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, un tratado que sustituya al de Kioto, una cita que debería romper el sabor amargo que dejó el fracaso de Copenhague hace cinco años, que consiga implicar por fin a los principales actores, China y Estados Unidos.

¿Nos estamos tomando en serio la lucha contra los efectos del cambio climático? “Nos lo estamos tomando mucho menos en serio de lo que es preciso”, afirma, contundente, Teresa Ribera, exsecretaria de Estado de Cambio Climático en el último gobierno de Rodríguez Zapatero que ahora trabaja como consejera en un think tank francés, el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (según sus siglas en francés, IDDRI). “No lo hacemos ni con la velocidad ni con la intensidad que requiere la situación. Más pronto que tarde, se evaluará a los líderes políticos por esta cuestión”.

Una mujer china, con una máscara para protegerse del aire contaminado, el pasado 20 de noviembre en Pekín. / Kevin Frayer (Getty Images)

La cantidad de gases de efecto invernadero enviados a la atmósfera alcanzó un nuevo máximo histórico en 2013. Así lo reveló a principios de septiembre la Organización Meteorológica Mundial. El dióxido de carbono ha aumentado su concentración a un ritmo que no se observaba desde hace casi treinta años.

Los niveles de nieve y hielo descienden. La temperatura de los océanos y de la atmósfera sigue subiendo. El nivel del mar se eleva. El cambio climático ya es una realidad, y está causado por la mano del hombre, afirman los científicos de la ONU. Altera las estaciones, los ciclos de la naturaleza; favorece los fenómenos meteorológicos extremos. Un vídeo distribuido por la ONU, destinado a que el mundo tome conciencia, muestra una Islandia con un clima similar a la Toscana; una Alaska como lugar perfecto para celebrar unos juegos olímpicos de verano.

O cambiamos o nos estampamos”, señala Teresa Ribera, exsecretaria de Estado de Cambio Climático

El informe científico del IPCC plantea varios escenarios de futuro en función de cómo reaccione el mundo. Si no se hace nada, si no se recortan emisiones, las temperaturas podrían subir hasta en 4,8 grados, con lo cual el volumen de los glaciares se reduciría en un 85 % y el nivel del mar podría subir hasta 0,82 metros, afectando gravemente al equilibrio de los ecosistemas. Si se toman las medidas de mitigación que propone esta biblia del cambio climático, y se consiguen emisiones nulas a finales de este siglo, se podría limitar el aumento de la temperatura a dos grados. Este es el objetivo.

“Hay que aplicar el principio de precaución. Decir que será una catástrofe general no es correcto, las generalizaciones son peligrosas”, afirma Miquel Canals, catedrático de Geología Marina y director del departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona. Canals sostiene que una de las claves del futuro será el papel que puedan desempeñar los océanos en la absorción del exceso de temperatura atmosférica.

El mundo se enfrenta a un cambio de modelo energético. Reducir emisiones a cero de aquí a final de siglo significa renunciar a petróleo, gas y carbón progresivamente. “Hace falta un proceso de transformación profunda”, declara la exsecretaria de Estado. “O cambiamos o nos estampamos”. Ribera dice que no basta con conseguir una cifra de reducción de emisiones. “Debemos cambiar el modelo energético, económico y financiero”, afirma. “No sabemos cómo abordar un cambio de época porque la inercia es muy fuerte”.

Es fundamental que los países desarrollados reduzcan el consumo material”, sostiene el ensayista Hervé Kempf

El giro hacia un nuevo modelo significa apostar por otras fuentes. El geólogo Miquel Canals afirma que, en este contexto, no se puede prescindir de la energía nuclear. “Lo que no es contemplable es un regreso a la Edad de Piedra”, sostiene. Afirma que no hay fórmula perfecta, y que las renovables no son la panacea porque requieren de subsidios. “El camino pasa por un cóctel de fuentes de energía en el que habría que favorecer a las energías menos contaminantes”.

Desde Suecia, Lennart Bengtsson, exdirector del Departamento de Meteorología del Instituto Max Planck, que por un tiempo perteneció a una organización escéptica con el cambio climático, sostiene en conversación telefónica que no se deben abordar cambios abruptos para no dañar a la economía. “No hay una urgencia inmediata”, dice. “Hay que desarrollar modelos energéticos robustos”.

Los ecologistas, por su parte, apuestan por un modelo basado al 100 % en las energías renovables. “Hace falta una revolución energética”, manifiesta Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace en España: “La probabilidad de un accidente es catastrófica en términos humanos y económicos”. Nuño señala que el informe del IPCC muestra que, con el objetivo de mantener el calentamiento en dos grados, los costes sin energía nuclear no son muy superiores a los que se generarían con su uso. “La opción nuclear no es necesaria”.

La cuestión de fondo es si el estilo de vida de los países ricos (al que acceden progresivamente los que emergen), con sus elevados niveles de consumo de energía, es compatible con un planeta sano. Y si las nuevas fuentes cubrirán las necesidades que genera ese estilo de vida. Cuadrar este sudoku abre la puerta a múltiples vías. ¿Es nuestro modo de vida, sustentado en el confort, un despropósito o una conquista?

En 2013 se registraron las lluvias más intensas en 100 años en el norte de India, afectaron a 100.000 personas. En la foto, un grupo de viajeros espera a ser rescatado. / M. Vatsyayana (AFP)

Fue en el año 2006 cuando el economista británico Nicholas Stern dio un giro al debate. Planteó que los costes de no combatir el cambio climático son muy superiores a los de reducir emisiones. “No se trata de una carrera de caballos entre crecimiento por un lado y responsabilidad climática en el otro; esa es una falsa dicotomía”, señala desde Londres en conversación telefónica Stern, presidente del Instituto Grantham de Investigación del Cambio Climático. El economista, que en 2011 ganó el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático, sostiene que la transición a una economía de bajo consumo de carbono ofrece nuevas oportunidades de crecimiento.

El reto de la transformación del modelo energético-productivo se topa con la resistencia de grandes empresas del petróleo, gas y carbón, que perderían gran parte de su negocio si no se reinventan. Un estudio publicado el año pasado por el investigador Richard Heede, del Climate Accountability Institute de Colorado, señala que la crisis climática ha sido causada fundamentalmente por 90 empresas que son las que han producido cerca de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero desde la era industrial. Entre ellas, Chevron, Exxon, Shell, Repsol y Gazprom.

El año pasado fue el más cálido en el este del país desde que hay registros (1910). Arriba, el rastro de un incendio en Coonabarabran, al noreste de Sydney. / Josh Smith (Reuters)

Stern señala que algunas de estas compañías, como Shell, ya han dicho que están dispuestas a asumir transformaciones. “Este es un proceso de cambio que tiene que llegar si queremos un mundo más seguro. No te puedes rendir y destrozar el mundo simplemente porque el proceso de transición va a involucrar a unos pocos que van a tener que realizar grandes ajustes; la gran mayoría de la gente saldrá ganando”.

Teresa Ribera ahonda en la cuestión: “Se están privatizando los beneficios de no combatir el cambio climático y socializando los costes: los beneficios son para los grandes operadores y son las poblaciones las que tienen que afrontar las sequías, los huracanes y la mala calidad del aire”.

Para algunos, la cuestión de fondo reside en los insostenibles niveles de consumo que acarrea un estilo de vida que se generaliza conforme los países se desarrollan. “Es fundamental que los países desarrollados reduzcan el consumo material”, sostiene el ensayista francés Hervé Kempf, autor del libro Cómo los ricos destruyen el planeta, que esta semana pasó por Madrid para pronunciar una conferencia sobre La crisis ecológica en La Casa Encendida. “Los que están en la cumbre de la pirámide proyectan una imagen de sobreconsumo y arrastran a los demás: todo el mundo quiere el coche caro, viajar en avión, la pantalla plana de televisión. El incremento de los gases de efecto invernadero está ligado al crecimiento económico, hay que cambiar el sistema económico”, asegura. Kempf, redactor jefe de la web Reporterre, especializada en medioambiente, sostiene que “hay que abrazar una lógica global de sobriedad”.

Otro de los frentes que se abre al debate es cómo conducir esa transición de modo que sea equitativa, que no lastre las opciones de desarrollo de los países más desfavorecidos, o de las economías emergentes. “No podemos pretender que todos nos subamos al carro en las mismas condiciones”, asume Susana Magro, directora de la Oficina Española de Cambio Climático —que antes tenía rango de Secretaría de Estado—, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Magro acudirá a la cumbre de Lima, que empieza mañana y acaba el día 12. “Habrá que hacer transferencias de tecnología a bajo coste o sin coste para que los países menos desarrollados puedan dar el salto directamente”, dice. El mundo occidental lleva años desarrollándose a base de quemar combustibles fósiles y son muchos los que señalan que no sería justo que los más desfavorecidos, que ahora despegan, carguen con el lastre de un problema del que no son los responsables. “El acuerdo de París va a ser muy complejo”, afirma Magro, “las necesidades de los 195 países son muy distintas”. Cada nación debería fijar en esa cumbre su contribución al proceso de cambio.

El giro que el planeta requiere, como se deduce del análisis de la comunidad científica, podría conducir a otro mundo. La transformación del mapa energético, la reducción de la dependencia del gas y del petróleo, podría alterar sustancialmente el tablero geopolítico.

Mientras tanto, los pekineses seguirán mirando al cielo. El miércoles pasado, Xie Zhenhua, vicepresidente de la Comisión Reformadora del Desarrollo Nacional, anunció que la polución se puede combatir de aquí a 2030 en China. Y añadió: “Los días de APEC blue también son alcanzables”.

 

 

 

 

Article source: http://elpais.com/elpais/2014/11/28/ciencia/1417200788_987389.html

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Importantes proyectos de investigación españoles dependen del …

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nov 302014
 

Francisca Mulero, jefa de la Unidad de Imagen del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y un equipo de al menos 13 personas llevan un año trabajando en una investigación para crear una herramienta de diagnóstico preciso del tumor cerebal más agresivo: el glioblastoma multiforme. El de grado IV, el más grave, se diagnostica en España a 4.000 personas al año, la tasa de supervivencia no supera el 5% en 5 años y hay una alta probabilidad de recidiva, es decir, de reaparición del cáncer. 

Este proyecto, además de otros muchos cuyo desarrollo supondría importantes avances con aplicación directa en el tratamiento de pacientes, no está soportado, al menos hasta el momento, con financiación pública. Fue presentado a dos convocatorias públicas -una nacional y otra de la Comunidad de Madrid- y en ambas ocasiones fue rechazado. Su puesta en marcha ha pasado a depender exclusivamente de la caridad de los ciudadanos. Y más concretamente de sus donaciones económicas.

Es la primera de las propuestas que ha alcanzado la financiación “óptima” en la plataforma de crowdfunding de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT): Precipita. Aunque, “óptima”, recalca Mulero, no significa suficiente para sacar adelante el proyecto. “Con 25.000 euros no hacemos nada. Según nuestros cálculos, el presupuesto necesario es de 185.000 euros. Es cierto que esto es un empujón, una ayuda, pero también que, si no recibimos subvenciones públicas, la investigación no podría continuar”, explica. 

Mulero se especializó en 1998 en imagen molecular. Trabajó hasta 2007 en un hospital y desde entonces se dedica a tiempo completo a la investigación. Pasó a formar parte de la plantilla del CNIO cuando la crisis empezaba a enseñar los dientes y ha vivido desde dentro el desmoronamiento de la apuesta pública por la innovación científica. “Cuando empecé salían todos los años muchísimas convocatorias de becas, a nivel nacional, autonómico… Aquí hay gente muy buena y sí entraba dinero. En el ámbito europeo ha habido un decalaje también importante”, admite.

La consecuencia más palpable de la caída de las subvenciones es que varios grupos se han desmontado para marcharse fuera. “Antes los investigadores salían de España porque querían hacer algo distinto, ahora es simplemente por dinero”, subraya. La tasa de reposición es nula y los contratos que se hacen -Mulero pone por ejemplo su centro- son “a cargo de proyectos externos por un tiempo concreto”. “La ciencia es igual es personas. No necesitamos una infraestructura impresionante, necesitamos investigadores”, apostilla. 

La realidad que describe la investigadora poco tiene que ver con la que se percibe desde el Gobierno. La secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, lamenta los recortes, pero asegura que estamos ante “un cambio de ciclo”. De hecho, si nos vamos a los datos, el presupuesto que se destinará en 2015 a investigación e innovación científica aumenta ligeramente: de 6.140 millones de euros a 6.395, 4. Pero lo hace entre la esperanza y la desconfianza marcada por las sombras del instrumentalismo electoralista. Hay un repunte de 255 millones de euros que, sin embargo, tiene que lidiar con los recortes encadenados durante los últimos años. 

gasto

El pico máximo de aportación de la Administración Pública en I+D+i se registró en 2010, cuando financiaba un 50,59% del gasto total en investigación, desarrollo tecnológico e innovación. Desde que comenzó la caída libre de la financiación pública en investigación, la tendencia se ha movido hacia la compensación de los porcentajes de inversión pública y privada, que en 2012 prácticamente quedaban igualados (47,07% y 45,64%, respectivamente). El resultado es que la empresa tiene casi tanto peso en el impulso de la ciencia como las administraciones.

Sobre los datos de 2013 únicamente hay disponible un avance estadístico que anticipa que el año pasado la partida total dedicada a ciencia alcanzó los 13.052 millones de euros, un 2,5% menos que un año antes. Ese gasto apenas representa un 1,24% del Producto Interior Bruto (frente al 1,27% de 2012), lo que lo convierte la proporción más baja desde 2006 y aleja a España de la media europea: un 2,06% del PIB en 2012, según Eurostat. 

El objetivo marcado por Horizonte 2020 se vislumbra lejano. Parece poco probable, al menos a día de hoy, que el impulso a la ciencia vaya a ser tan intensivo como para lograr en seis años que el gasto en I+D+i represente el 3% del PIB. En solo un año, el personal dedicado a esta actividad en jornada completa ha caído en 5.219 personas, hasta 203.612. El número de investigadores a tiempo completo se ha quedado en 123.583, llevándose por delante a 3.195 profesionales.

De hecho, las reducción de personal se han ido encadenando desde 2010. En solo dos años, la tijera se llevó por delante a 4.815 investigadores del sector de la Educación Superior, a los que hay que sumar los 2.527 que en ese mismo periodo dejaron de trabajar para la Administración Pública. La empresa es el ámbito que más ha resistido entre 2010 y 2012, con caídas mucho más moderadas en el número de científicos dedicados a la investigación.

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO TECNOLÓGICO

El Centro Superior de Investigaciones Científicas, considerado el buque insignia de la investigación pública en España, perdió 1.100 profesionales en 2013 de los 13.500 que forman la plantilla. Unos recortes que tienden a impactar con especial dureza en el personal más joven: investigadores que no han hecho más que comenzar su carrera en la ciencia y que, ya en este primer estadio, se ven obligados a probar suerte en países con apuestas más sólidas por la investigación.

Además, las condiciones precarias de los que logran dedicarse profesionalmente a la investigación científica funciona como un freno para las generaciones venideras. Según la  encuesta sobre percepción social realizada por FECYT a lo largo de la última década, aunque la mayoría de los jóvenes en España creen que la profesión de investigador compensa, reconocen que ni está bien pagada ni cuenta con el suficiente reconocimiento social.

Francisca Mulero, médica de formación, cree que lo más positivo de una propuesta como Precipita es su capacidad para acercar la ciencia a la sociedad. “Nos metimos en esta prueba piloto sin saber muy bien cómo iba a calar el mensaje. Para nosotros es importante que se valore lo que hacemos. Parece que lo que hace un profesional de la sanidad trasciende más, mientras que el trabajo de un investigador de la biomedicina no es tan obvio, tan visible. No somos científicos locos que investigamos por investigar”, argumenta Mulero, que admite que el apoyo económico brindado por sus “mecenas” les imprime “una carga bestial de responsabilidad” añadida.

De los 12 proyectos expuestos en el “escaparate de ciencia”, como el propio FECYT define a la plataforma, dos han alcanzado la financiación mínima y uno solo, el de Francisca Mulero, la máxima. “A todos nos pusieron ese tope y a partir de ahí parece que la recaudación no puede aumentar más. Y entendemos que hasta cierto punto es lógico para no capitalizar todo a una sola propuesta”, explica. Las investigaciones que, por el momento, van encaminadas a alcanzar el objetivo “óptimo” son: “ Método de detección precoz del VIH en niños menores de 18 meses” y “ Reducir los daños que ocasionan las lesiones traumáticas cerebrales“, con recaudaciones de 14.578 euros y 1.375, respectivamente. 

Article source: http://www.eldiario.es/sociedad/ciencia-manos-micromecenas_0_328967811.html

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Navarro y Torres, los gurús económicos de Podemos

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nov 302014
 

Vicenç Navarro

Es una de las voces más conocidas y controvertidas de la izquierda intelectual. Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, ha sido profesor en la Johns Hopkins University más de cuatro décadas y ha asesorado a organizaciones como la OMS o la ONU, además de a gobiernos españoles, catalanes, suecos o chilenos, en la época de Allende.

Navarro (Gironella, 1937), cuya primera vocación fue la medicina, ha dedicado gran parte de su carrera a las políticas públicas, centrándose en especial en asuntos de salud. Desde hace años es colaborador habitual de publicaciones de izquierdas, además de pronunciarse de forma regular a través de su página web. Es muy crítico con el «capitalismo salvaje», el neoliberalismo, las privatizaciones y las políticas de EEUU y la UE.

Con más de 20 libros publicados, Navarro es un autor muy citado, pero en el ámbito de la Sociología, no en temas de Macroeconomía, Finanzas o Hacienda Pública. Entre los economistas españoles hay una gran división sobre su figura, pero destacan que tiene pocas o ninguna publicación científica en revistas económicas relevantes. El catedrático ha mantenido agrias polémicas, por ejemplo con los profesores de Fedea, a los que acusa de estar al servicio de las grandes empresas y defender «el dogma neoliberal».

En mayo de 2013, Pablo Iglesias, que lo ha fichado como uno de sus gurús, arremetió contra él después de que el profesor hubiera criticado muy por encima a Beatriz Talegón. «Esto sí que me cabreó. Vicenç Navarro, eres un caradura. Has trabajado a sueldo del Partido Demócrata en EEUU. Qué me vas a contar tú de si hay que hablar o no hay que hablar», dijo entonces el actual líder de Podemos.

Navarro es hijo de dos maestros que se movían «en la esfera del anarcosindicalismo». Se exilió por razones políticas y trabajó con el Partido Comunista, ayudando a organizar una visita de Santiago Carrillo a EEUU. Vivió y estudió en Suecia y Londres, y asesoró al Gobierno cubano en su reforma sanitaria, volviendo con una grata impresión. «Lo que ha hecho la Revolución Cubana es extraordinario. Hay pocos países que, al nivel de desarrollo económico que tienen, provean un Estado del Bienestar más completo», reiteraba hace unos días.

Juan Torres

Es catedrático de Economía en la Universidad de Sevilla y fue secretario general de Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía. Es amigo desde hace años de Navarro y juntos han publicado varios libros -Los amos del mundo, Las armas del terrorismo financiero o Lo que tienes que saber para que no te roben la pensión-, incluyendo uno titulado Hay alternativas, que también lleva la firma de un amigo común, el diputado de Izquierda Unida (y también economista) Alberto Garzón.

Torres (Granada, 1954) se mueve desde hace tiempo en la zona limítrofe entre IU (en el sector de Gaspar Llamazares) y el PSOE, especialmente en Andalucía, y es miembro del Consejo Científico de Attac (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana). Ha publicado cientos de artículos y manuales académicos de introducción a la Economía o Economía de la Empresa -a diferencia de Navarro, sí está especializado en Economía Política-.

En su página web destaca, entre recuerdos de diversas vacaciones, una foto colgada con Hugo Chávez, con el que trabajó en su despacho de Miraflores «como miembro de la Fundación Ceps», el Centro de Estudios Políticos y Sociales del que Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Luis Alegre han formado parte y que recibió varios millones de euros de Caracas por diferentes trabajos de asesoría. Torres define en su blog a Chávez como un amigo y explica que viajó con él en distintas ocasiones y le asesoró cuando le encargó «la primera tarea: quería saber mi opinión sobre las medidas de emergencia económica que deberían estar previstas y adoptarse inmediatamente si se daba otro sabotaje o golpe».

Es partidario de reducir el tamaño del sector bancario y de una banca pública que garantice el crédito. Y hace un año ya advirtió a sus amigos de la izquierda de que si IU no quería «caer en el mismo saco que PP y PSOE» tenía «que romper con el sistema por completo». Algo que no ocurrió y que ahora le ha acercado a Podemos, para los que ha ayudado a confeccionar, en sus palabras, «no un desiderátum, sino un programa de acciones de posible realización como parte de un proyecto de profunda transformación social».

Article source: http://www.elmundo.es/espana/2014/11/29/547a0cfbca47410e2a8b457a.html

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cambio climático: cuenta atrás

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nov 302014
 

El cielo de Pekín puede ser azul. Eso es lo que acaban de descubrir los habitantes de la capital china. Y todo gracias al decidido plan que emprendieron las autoridades locales a principios de noviembre para recibir en el mejor de los ambientes posibles a Putin, Obama, Bachelet y demás líderes de la cumbre Asia Pacífico (APEC, según rezan sus siglas en inglés). Se restringió el tráfico de coches privados, el 70 % de los vehículos públicos dejaron de circular, se frenaron las obras, se paró la producción de las fábricas más contaminantes que rodean la ciudad. ¿Resultado? Desaparición de esa niebla eterna que flota sobre las cabezas de los pekineses y aparición de un cielo límpido que ya ha recibido un nombre: APEC blue.

Se fueron los líderes, el foro de cooperación económico se cerró con un acuerdo entre Estados Unidos y China —calificado de histórico, por unos; de escaso, por otros, al no ser vinculante— para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y volvió la polución, sí. Pero los pekineses ya no son los mismos de antes: han descubierto que conseguir un cielo azul es solo cuestión de voluntad. Cuestión de adoptar medidas firmes. De no quedarse en gestos para la galería.

Algo similar le está pasando al planeta. Que necesita de medidas firmes, rápidas, ya se ha parcheado suficiente, el tiempo se agota. Lo ha dejado bien claro la ONU, que se expresó a principios de mes por boca del IPCC, Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático, formado por 830 científicos de la comunidad internacional. Hay que recortar emisiones de gases efecto invernadero entre un 40 % y un 70 % para el año 2050. Para finales de siglo, las emisiones deberán ser cero. Si no, los efectos serán graves —y aquí los científicos analizan toda una panoplia de escenarios posibles— para el medioambiente, la seguridad alimentaria y la pobreza.

“Todavía hay tiempo, aunque muy poco tiempo”. Así se expresó en la presentación del informe en Copenhague, el pasado 2 de noviembre, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC. “Estamos a tiempo si nos metemos en una senda de mitigación de emisiones”, añade José Manuel Moreno,  vicepresidente del Grupo II del IPCC, encargado de evaluar impactos, adaptación y vulnerabilidad. Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de los 13 científicos españoles que forman parte de este organismo auspiciado por la ONU.

Estamos a tiempo, dicen los expertos, y el cronómetro echará a correr mañana mismo, cuando arranque la cumbre climática de Lima, la llamada COP 20, vigésima Conferencia de las Partes organizada por la ONU. De allí podría salir un borrador de cara a la cumbre decisiva, la del año que viene en París, la cita en la que se han depositado todas las esperanzas, de la que deberían salir ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, un tratado que sustituya al de Kioto, una cita que debería romper el sabor amargo que dejó el fracaso de Copenhague hace cinco años, que consiga implicar por fin a los principales actores, China y Estados Unidos.

¿Nos estamos tomando en serio la lucha contra los efectos del cambio climático? “Nos lo estamos tomando mucho menos en serio de lo que es preciso”, afirma, contundente, Teresa Ribera, exsecretaria de Estado de Cambio Climático en el último gobierno de Rodríguez Zapatero que ahora trabaja como consejera en un think tank francés, el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (según sus siglas en francés, IDDRI). “No lo hacemos ni con la velocidad ni con la intensidad que requiere la situación. Más pronto que tarde, se evaluará a los líderes políticos por esta cuestión”.

Una mujer china, con una máscara para protegerse del aire contaminado, el pasado 20 de noviembre en Pekín. / Kevin Frayer (Getty Images)

La cantidad de gases de efecto invernadero enviados a la atmósfera alcanzó un nuevo máximo histórico en 2013. Así lo reveló a principios de septiembre la Organización Meteorológica Mundial. El dióxido de carbono ha aumentado su concentración a un ritmo que no se observaba desde hace casi treinta años.

Los niveles de nieve y hielo descienden. La temperatura de los océanos y de la atmósfera sigue subiendo. El nivel del mar se eleva. El cambio climático ya es una realidad, y está causado por la mano del hombre, afirman los científicos de la ONU. Altera las estaciones, los ciclos de la naturaleza; favorece los fenómenos meteorológicos extremos. Un vídeo distribuido por la ONU, destinado a que el mundo tome conciencia, muestra una Islandia con un clima similar a la Toscana; una Alaska como lugar perfecto para celebrar unos juegos olímpicos de verano.

O cambiamos o nos estampamos”, señala Teresa Ribera, exsecretaria de Estado de Cambio Climático

El informe científico del IPCC plantea varios escenarios de futuro en función de cómo reaccione el mundo. Si no se hace nada, si no se recortan emisiones, las temperaturas podrían subir hasta en 4,8 grados, con lo cual el volumen de los glaciares se reduciría en un 85 % y el nivel del mar podría subir hasta 0,82 metros, afectando gravemente al equilibrio de los ecosistemas. Si se toman las medidas de mitigación que propone esta biblia del cambio climático, y se consiguen emisiones nulas a finales de este siglo, se podría limitar el aumento de la temperatura a dos grados. Este es el objetivo.

“Hay que aplicar el principio de precaución. Decir que será una catástrofe general no es correcto, las generalizaciones son peligrosas”, afirma Miquel Canals, catedrático de Geología Marina y director del departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona. Canals sostiene que una de las claves del futuro será el papel que puedan desempeñar los océanos en la absorción del exceso de temperatura atmosférica.

El mundo se enfrenta a un cambio de modelo energético. Reducir emisiones a cero de aquí a final de siglo significa renunciar a petróleo, gas y carbón progresivamente. “Hace falta un proceso de transformación profunda”, declara la exsecretaria de Estado. “O cambiamos o nos estampamos”. Ribera dice que no basta con conseguir una cifra de reducción de emisiones. “Debemos cambiar el modelo energético, económico y financiero”, afirma. “No sabemos cómo abordar un cambio de época porque la inercia es muy fuerte”.

Es fundamental que los países desarrollados reduzcan el consumo material”, sostiene el ensayista Hervé Kempf

El giro hacia un nuevo modelo significa apostar por otras fuentes. El geólogo Miquel Canals afirma que, en este contexto, no se puede prescindir de la energía nuclear. “Lo que no es contemplable es un regreso a la Edad de Piedra”, sostiene. Afirma que no hay fórmula perfecta, y que las renovables no son la panacea porque requieren de subsidios. “El camino pasa por un cóctel de fuentes de energía en el que habría que favorecer a las energías menos contaminantes”.

Desde Suecia, Lennart Bengtsson, exdirector del Departamento de Meteorología del Instituto Max Planck, que por un tiempo perteneció a una organización escéptica con el cambio climático, sostiene en conversación telefónica que no se deben abordar cambios abruptos para no dañar a la economía. “No hay una urgencia inmediata”, dice. “Hay que desarrollar modelos energéticos robustos”.

Los ecologistas, por su parte, apuestan por un modelo basado al 100 % en las energías renovables. “Hace falta una revolución energética”, manifiesta Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace en España: “La probabilidad de un accidente es catastrófica en términos humanos y económicos”. Nuño señala que el informe del IPCC muestra que, con el objetivo de mantener el calentamiento en dos grados, los costes sin energía nuclear no son muy superiores a los que se generarían con su uso. “La opción nuclear no es necesaria”.

La cuestión de fondo es si el estilo de vida de los países ricos (al que acceden progresivamente los que emergen), con sus elevados niveles de consumo de energía, es compatible con un planeta sano. Y si las nuevas fuentes cubrirán las necesidades que genera ese estilo de vida. Cuadrar este sudoku abre la puerta a múltiples vías. ¿Es nuestro modo de vida, sustentado en el confort, un despropósito o una conquista?

En 2013 se registraron las lluvias más intensas en 100 años en el norte de India, afectaron a 100.000 personas. En la foto, un grupo de viajeros espera a ser rescatado. / M. Vatsyayana (AFP)

Fue en el año 2006 cuando el economista británico Nicholas Stern dio un giro al debate. Planteó que los costes de no combatir el cambio climático son muy superiores a los de reducir emisiones. “No se trata de una carrera de caballos entre crecimiento por un lado y responsabilidad climática en el otro; esa es una falsa dicotomía”, señala desde Londres en conversación telefónica Stern, presidente del Instituto Grantham de Investigación del Cambio Climático. El economista, que en 2011 ganó el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático, sostiene que la transición a una economía de bajo consumo de carbono ofrece nuevas oportunidades de crecimiento.

El reto de la transformación del modelo energético-productivo se topa con la resistencia de grandes empresas del petróleo, gas y carbón, que perderían gran parte de su negocio si no se reinventan. Un estudio publicado el año pasado por el investigador Richard Heede, del Climate Accountability Institute de Colorado, señala que la crisis climática ha sido causada fundamentalmente por 90 empresas que son las que han producido cerca de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero desde la era industrial. Entre ellas, Chevron, Exxon, Shell, Repsol y Gazprom.

El año pasado fue el más cálido en el este del país desde que hay registros (1910). Arriba, el rastro de un incendio en Coonabarabran, al noreste de Sydney. / Josh Smith (Reuters)

Stern señala que algunas de estas compañías, como Shell, ya han dicho que están dispuestas a asumir transformaciones. “Este es un proceso de cambio que tiene que llegar si queremos un mundo más seguro. No te puedes rendir y destrozar el mundo simplemente porque el proceso de transición va a involucrar a unos pocos que van a tener que realizar grandes ajustes; la gran mayoría de la gente saldrá ganando”.

Teresa Ribera ahonda en la cuestión: “Se están privatizando los beneficios de no combatir el cambio climático y socializando los costes: los beneficios son para los grandes operadores y son las poblaciones las que tienen que afrontar las sequías, los huracanes y la mala calidad del aire”.

Para algunos, la cuestión de fondo reside en los insostenibles niveles de consumo que acarrea un estilo de vida que se generaliza conforme los países se desarrollan. “Es fundamental que los países desarrollados reduzcan el consumo material”, sostiene el ensayista francés Hervé Kempf, autor del libro Cómo los ricos destruyen el planeta, que esta semana pasó por Madrid para pronunciar una conferencia sobre La crisis ecológica en La Casa Encendida. “Los que están en la cumbre de la pirámide proyectan una imagen de sobreconsumo y arrastran a los demás: todo el mundo quiere el coche caro, viajar en avión, la pantalla plana de televisión. El incremento de los gases de efecto invernadero está ligado al crecimiento económico, hay que cambiar el sistema económico”, asegura. Kempf, redactor jefe de la web Reporterre, especializada en medioambiente, sostiene que “hay que abrazar una lógica global de sobriedad”.

Otro de los frentes que se abre al debate es cómo conducir esa transición de modo que sea equitativa, que no lastre las opciones de desarrollo de los países más desfavorecidos, o de las economías emergentes. “No podemos pretender que todos nos subamos al carro en las mismas condiciones”, asume Susana Magro, directora de la Oficina Española de Cambio Climático —que antes tenía rango de Secretaría de Estado—, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Magro acudirá a la cumbre de Lima, que empieza mañana y acaba el día 12. “Habrá que hacer transferencias de tecnología a bajo coste o sin coste para que los países menos desarrollados puedan dar el salto directamente”, dice. El mundo occidental lleva años desarrollándose a base de quemar combustibles fósiles y son muchos los que señalan que no sería justo que los más desfavorecidos, que ahora despegan, carguen con el lastre de un problema del que no son los responsables. “El acuerdo de París va a ser muy complejo”, afirma Magro, “las necesidades de los 195 países son muy distintas”. Cada nación debería fijar en esa cumbre su contribución al proceso de cambio.

El giro que el planeta requiere, como se deduce del análisis de la comunidad científica, podría conducir a otro mundo. La transformación del mapa energético, la reducción de la dependencia del gas y del petróleo, podría alterar sustancialmente el tablero geopolítico.

Mientras tanto, los pekineses seguirán mirando al cielo. El miércoles pasado, Xie Zhenhua, vicepresidente de la Comisión Reformadora del Desarrollo Nacional, anunció que la polución se puede combatir de aquí a 2030 en China. Y añadió: “Los días de APEC blue también son alcanzables”.

 

 

 

 

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La campaña solidaria en Metrovalencia a beneficio de Padres 2.0 …

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nov 292014
 

La campaña solidaria de recogida de ropa usada en distintas estaciones de la red de Metrovalencia en beneficio de Padres 2.0 ha concluido con un rotundo éxito, al conseguir que los usuarios donaran 727 kilogramos de todo tipo de prendas utilizadas.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha colaborado cediendo sus instalaciones del 8 de septiembre al 31 de octubre en dicha campaña organizada por RastroSolidario ONGD, a beneficio de la citada ONG Padres 2.0 y gestionada por la asociación sin ánimo de lucro La Casa Grande.

Tres estaciones de Metrovalencia, las de Benimaclet, Mislata y Àngel Guimerà, se han sucedido como punto de recogida para conseguir el mayor número de prendas usadas posibles. En concreto, la de Benimaclet ha aportado 247 kg; la de Mislata 340 kg y Àngel Quimerà 170 kg durante las ocho semanas que ha durado la campaña, lo que equivale a 94, 6 kg de media semanal.

La “Línea 0″ de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) es la iniciativa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de FGV que parte del compromiso de la empresa con la sociedad en la que se inserta y se dirige al conjunto de la ciudadanía, propiciando un foro solidario capaz de desarrollar actividades de sensibilización entre los usuarios, colaborando con organizaciones y entidades sin ánimo de lucro que forman parte del entramado social y poniendo de manifiesto la voluntad de FGV de implicarse en la búsqueda de soluciones a los problemas que afectan a la sociedad actual.

Las organizaciones implicadas

Padres 2.0 es la única organización en España que ofrece un tratamiento integral para la prevención de los riesgos derivados de las nuevas tecnologías (TIC): prevención, sensibilización, formación, mediación y asistencia psicológica y jurídica.

RastroSolidario es una plataforma de captación de fondos que ayuda a más de 50 ONG mediante emprendimientos con la calificación “Triple B”: Beneficio económico, Beneficio social y Beneficio medioambiental.

La Casa Grande es una asociación sin ánimo de lucro, declarada de Utilidad Pública, con más de 25 años de experiencia en la recogida y reciclaje de ropa a través de su programa de Formación Ocupacional e inserción social de personas en exclusión. Además desarrolla diversos programas y actuaciones en los que atiende a personas con especiales dificultades para acceder al empleo y a las estructuras de protección social y que precisan de formación y orientación.

Article source: http://www.elperiodic.com/valencia/noticias/340592_campaa-solidaria-metrovalencia-beneficio-padres-recoge-ropa-usada.html

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